El conflicto es inevitable, pero podemos aprender a gestionarlo

Todos tenemos pocas o muchas relaciones, familiares, de pareja, de amistad, laborales… y el conflicto forma parte intrínseca de ellas.

Incluso, si hubiéramos decidido ser ermitaños, no relacionarnos con nadie, aparecería el conflicto intrapersonal, el conflicto con nosotros mismos.

Del conflicto intrapersonal hablaremos en otro post. En este nos centraremos en el conflicto interpersonal.

El conflicto es inevitable, pero podemos aprender a gestionarlo.

Los conflictos existen siempre, no tratéis de evitarlos, sino de entenderlos.

Lin Yutang

Lo que si podemos hacer con el conflicto es gestionarlo para que sea una gran herramienta de aprendizaje, de desarrollo personal.

A través de la Psico Conciencia Transformacional trabajamos para hacer que este conflicto que es inevitable se convierta en una herramienta de transformación.

¿A que le llamamos conflicto?

Un conflicto es una situación de desacuerdo entre dos o más ideas, actitudes o comportamientos de una persona consigo misma, o en relación con diferentes personas o grupos.

El conflicto se acostumbra a ver como una cosa externa a nosotros.

Sin embargo, tiene una vertiente subjetiva muy importante, ya que nace de una visión determinada de la realidad, del mundo y de las relaciones, siendo esta visión totalmente subjetiva y está influida por nuestras creencias, nuestras experiencias pasadas, nuestros valores, nuestros prejuicios…

¿Es negativo el conflicto?

Aunque no lo parezca, el conflicto no es negativo, ya que, como hemos dicho, bien gestionado, nos facilita mucha información de nosotros mismos y de los otros, y es una buena oportunidad de crecimiento y mejora.

Tomar conciencia del conflicto y entenderlo nos va a permitir hacer esa buena gestión de la que hablábamos.

Porque el conflicto tiene un componente emocional muy importante.

Cuando se dispara una emoción, se dispara un pensamiento y una narrativa, que será la que hará que nos posicionemos en modo conflicto o no.

Porque el conflicto tiene que ver más con nuestra identidad que con la situación en sí. Aparece cuando percibimos que alguna cosa personal importante está en juego. Porque el conflicto es más fácil que aparezca con personas significativas, que aparezca con esas personas sobre las que has generado unas expectativas determinadas.

Y esta puede ser una secuencia de la germinación de un conflicto, un estímulo que genera una emoción, una emoción que genera un pensamiento, a través del pensamiento generamos una narrativa, y a través de esta narrativa decidimos que conducta tenemos.

No sé si podéis recordar vuestro último conflicto…

Yo si puedo recordar el último mío…

Son las contradicciones las que hacen crecer el amor. Son los conflictos los que permiten que el amor siga a nuestro lado.

Paulo Coelho

Y la secuencia de mi conflicto cumple con todos esos pasos que he indicado.

Persona significativa, expectativas, una narrativa que me hacia pensar que mi ego podía estar en peligro… y un discurso conmigo mismo que lleva a una respuesta inadecuada.

Es interesante profundizar en esa narrativa, en ese discurso, ya que es a partir de ellos que puede analizarse esa visión subjetiva de la realidad, donde aparecen las creencias, las experiencias pasadas, nuestros prejuicios…

Y ¿Dónde podemos actuar?

La emoción y el pensamiento tienen un componente de automatismo que hace difícil que sean gestionables.

Es en la narrativa y en ese discurso que tenemos con nosotros mismos donde es más fácil que podamos cambiar las cosas.

Pero se necesita entrenamiento y mucha honestidad.

Porque tendremos que cuestionarnos a nosotros mismos… Tendremos que cuestionarnos todas esas creencias que aparecen en el ámbito del conflicto, como: no me tiene en cuenta… ¿con que derecho hace eso?… solo piensa en el/ella… y podríamos encontrar muchas mas.

Y el entrenamiento consiste en cuestionar cada una de esas creencias: ¿Cómo sabes que no te tiene en cuenta? ¿de verdad no tiene derecho a hacerlo? ¿tienes evidencias de que solo piensa en ella? ¿tienes evidencias de que también piensa en ti?

Porque, si no lo hacemos, nos dejamos llevar por ese discurso, dejamos de escuchar al otro, intentamos imponer nuestra visión del mundo y cerramos las posibilidades de entender al otro y de comunicarnos empáticamente.

Hay una herramienta que consideramos imprescindible para ese entrenamiento. Y esa herramienta es el Mindfulness.

Entrenarnos en la atención plena y en focalizar nuestra atención en él aquí y él ahora nos permitirá ser conscientes de nuestras emociones, de nuestros pensamientos, y darnos cuenta de que son solo eso, emociones y pensamientos, y que no son nosotros.

Cuando me convierto en observador ya soy capaz de ver que son externos a mi ser. Y que nada de lo que ocurra fuera de mí puede cuestionarlo…

Estilos en la resolución de conflictos

Hay diferentes estilos que podemos aplicar en la resolución de conflictos.

Si bien el estilo ganar-ganar es el ideal, no podemos perder de vista el contexto donde se produce, por lo que no vamos a hacer un juicio de valor sobre los mismos.

EVITATIVO: No se acepta el conflicto, por lo que no se hace visible y perdemos los dos.

COMPETITIVO: Yo gano y tu pierdes.

DE COMPROMISO: Los dos cedemos. Yo gano-pierdo y tu ganas-pierdes.

DE ACOMODACION: No me interesa tener conflicto contigo, por lo que cedo. Yo pierdo y tú, ganas.

DE COLABORACIÓN: Creamos una nueva realidad compartida, en la que los dos ganamos.

La exteriorización y la interiorización del conflicto

Hemos dicho que el conflicto nace de esa visión subjetiva de la realidad y de las emociones que generan en nosotros las conductas de las otras personas, o nuestros propios pensamientos procedentes de esa visión subjetiva del mundo.

Hay dos dimensiones que me parecen muy interesantes para poder entender el conflicto.

Estas dimensiones son la interiorización y la exteriorización del conflicto.

Vemos en el cuadro las cuatro posibilidades que generan estas dos dimensiones.

CONCORDIA: No exteriorizo el conflicto y no lo interiorizo. Podemos decir que no existe conflicto.

DISCREPANCIA: Exteriorizo el conflicto, pero no lo tengo interiorizado. Esto significa que no hay ninguna emoción asociada a ese conflicto. Simplemente discrepo de alguna cosa que el otro hace o dice, pero mi ego no se ve afectado. Al no haber emoción puedo comunicarlo asertivamente.

GUERRA: He exteriorizado el conflicto y lo tengo interiorizado. Para mi es significativo y me emociona. Aunque puede parecer una situación negativa, me he permitido poner el conflicto encima de la mesa, y este es el primer paso para poder gestionarlo. Puede permitir hacer un reset y poner el contador a cero.

SARCASMO: Para mi es la peor situación. Yo tengo el conflicto interiorizado, para mi es significativo, me emociona, pero, por las causas que sean, no soy capaz de exteriorizarlo. Esto me provoca gran malestar, provoca que sea capaz de sabotear cualquier acción del otro, creando un clima de convivencia muy enrarecido. En algún momento se exteriorizará y, seguramente, será el menos oportuno. Normalmente acompañara a otro conflicto posterior. Es lo que ocurre cuando, en alguna discusión, sacamos “trapos sucios” que nada tienen que ver con lo que se esta tratando en ese momento.

Vamos a ver ahora unas pautas para poder gestionar los conflictos.

9 pautas para gestionar un conflicto

  1. El primer paso es realizar una autocrítica, aunque sea interna si no deseamos exponerla públicamente. Es la manera de ver cuál es nuestra participación en la generación del conflicto.
  2. Ante una situación del conflicto es necesario mantener la calma. Es mejor dejar un espacio y volver más tarde a retomar el tema. Debemos tener en cuenta que es muy fácil que las emociones nos lleven a reacciones de las que después nos arrepentiremos. Ese espacio va a permitirnos responder de la manera más adecuada.
  3. Antes de hablar, escuchemos al otro. Tenemos que practicar una escucha empática activa.
  4. Se ha de dialogar con el otro y comunicarle, de manera asertiva, como te sientes. Se trata, sobre todo, de hablar de uno mismo y de los sentimientos propios. Debemos eliminar los mensajes TU, sustituyéndolos por los mensajes YO.
  5. No se ha de juzgar la persona, sino la conducta.
  6. Es fundamental mantener una actitud abierta y flexible.
  7. Buscar en conjunto nuevas alternativas, donde las dos partes quizá tengan que ceder en alguna cosa para llegar a un beneficio común.
  8. Hay que olvidar conflictos pasados y centrarse en el conflicto presente.
  9. Es importante crear un clima de confianza donde se puedan expresar las emociones, opiniones e intereses, sin miedo. Esto evitará que nos quedemos en el cuadrante del sarcasmo, donde empieza una guerra no declarada contra el otro, tremendamente destructiva para las dos partes.

El conflicto es un elemento necesario en la construcción y reconstrucción humanas, transformadora de la organización y de las realidades sociales

John Paul Lederach

El conflicto es un tema muy amplio, inherente, como hemos dicho, a las relaciones humanas.

Dejar de verlo como algo negativo nos permitirá, ya que no podemos evitarlo, utilizarlo para que juegue a nuestro favor.

Con nuestro método Psico Conciencia Transformacional, y con Mindfulness Transformacional, podemos abrir este espacio de conciencia para observar más intensamente nuestro interior, aumentando así nuestro autoconocimiento.

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