Cómo puedes estar más saludable y en armonía con la naturaleza
“No solo de pan vive el hombre” (San Mateo, 4, 3-4), aunque Mateo se refería a Dios, es aplicable también en este caso.
Alimentarse bien, descansar, el equilibrio emocional, la meditación, el ejercicio adecuado y estar en contacto con la naturaleza, son los Pilares para una buena salud y sostenibilidad.
Formamos parte de un todo; no comprender la importancia de la sostenibilidad en la vida es un callejón sin salida.
Homeostasis es la capacidad innata de la naturaleza de estar el equilibrio, pero esta capacidad, a veces, puede verse truncada.
Estar saludable es de gran importancia, pero esto nunca ocurrirá mientras no estemos en armonía con nuestra naturaleza
Hoy en día, todavía, estamos muy alejados de tomar conciencia de cómo, la forma de alimentarnos y de vivir, nos afecta a todos.
Es importante que en la vida aceptemos la importancia de la sostenibilidad, el equilibrio con la naturaleza y los buenos hábitos de vida.
La sostenibilidad en mi vida
Lo confieso, no siempre me preocupó el medio ambiente.
Ni siquiera me planteaba que mis actos podían estar repercutiendo a otros en otras partes del mundo.
Nací con 5 kilos de peso. En esos tiempos y posiblemente ahora, era una niña “hermosa”.
Según me contaban en casa, era la envidia de las otras madres; si a esto le sumas que siempre estaba sonriendo, pues era todo un espectáculo.
“El primer paso es contar con una buena información y asesoramiento”
Muchas veces el problema comienza en casa, una buena educación en alimentación y sostenibilidad, es fundamental
A partir de los 11 o 12 años, ya no tiene tanta gracia.
Mucha gente, incluida mi madre, me miraba con complacencia y me decía que debería perder “5 kilitos”. Para mí eran un mundo y comía mucho más, debido a la ansiedad que me generaba.
Ya desde muy joven, comienzas a sentirte no válida, fracasada y con una terrible falta de voluntad.
Cuando cumplí 17 años, todo cambió. Sin darme cuenta había perdido 12 kilos de peso.
Todavía recuerdo que fue en un reconocimiento médico de rutina donde me pesaron, pensé que se habían equivocado.
¿Cómo lo había logrado? No tenía ni idea, pero entonces apareció otro miedo y quizás más atroz.
¡¡¡conservarlo!!!
Voy al grano…
Comencé a investigar sobre las dietas y la alimentación. Estudié, me formé, pero todo ello me hacía perderme aún más.
Kilocalorías, vitaminas, minerales, ácidos grasos, macronutrientes, etc., eso sin tener en cuenta tu etapa de vida o tu actividad física.
Tener una alimentación equilibrada era una tarea titánica. Según me la planteaban, tendría que hacerme un excel para tener en cuenta toda la información.
Durante mucho tiempo, tuve en cuenta todas las necesidades nutricionales que había aprendido, pero vivía estresada y obsesionada con la alimentación.
Con el paso del tiempo, observé que, al final, todas las ciencias tienen sus propios intereses.
Que en un momento dado nos recomienden los cereales para desayunar como un alimento completo, no es tanto por una salud física, como económica… pero no la tuya.
El mantenerme delgada, comenzó a ser secundario, empecé a interesarme por la forma de consumo.
Evitar ciertos productos no solo evitará el sobrepeso y otras enfermedades crónicas no transmisibles, además, estarás evitando un gran impacto medioambiental.
Necesitamos cambiar nuestros estilos de vida y dar los pasos necesarios para una alimentación sostenible y saludable.
El primer paso siempre es contar con la mejor información y el asesoramiento especializado.
Más de 820 millones de personas, se acuestan con hambre
Más de 40 millones de niños tienen sobrepeso y, además, más de 120 millones padecen obesidad.
Ya no se trata de niños “hermosos”. Es uno de los problemas más preocupantes del siglo XXI.
Estos niños serán, algún día, adultos enfermos si no hacemos YA un cambio.
Mientras una mitad del mundo se muere por sobre alimentación, la otra por mal nutrición.
Nuestros hábitos de consumo y la manera en la que producimos los alimentos, son los responsables de casi el 50% de los recursos de la tierra, y del 70% de los recursos del agua.
Es fundamental la sostenibilidad en la vida, para una buena salud social, económica y medioambiental
Pero seguramente, la pregunta que te haces sea ¿Cómo puedo llevar a cabo una dieta que sea saludable y sostenible?
“Las dietas sostenibles y saludables, son aquellas que promueven todas las dimensiones de la salud y el bienestar, tienen un bajo impacto medioambiental, son accesibles, asequibles, seguras y equitativas y culturalmente, aceptables”.
FAO y OMS (2020)
El problema es que ya no sabemos que es comer bien, y la información que recibimos no siempre es la adecuada.
Es necesario para el correcto funcionamiento del organismo el ingerir la cantidad de calorías necesarias.
Pero las calorías no pueden tener cualquier origen; evita las calorías “vacías”, toma alimentos ricos en vitaminas y minerales.
Ten en cuenta la huella ecológica en tu lista de la compra, haz una compra de proximidad evitando los supermercados.
En los grandes almacenes, es más fácil que te veas tentada con productos ultraprocesados, ya que más del 80% de sus productos tienen un origen industrial.
Apuesta por alimentos de temporada, no es lógico que haya tomates todo el año.
Cuando consumimos alimentos que no son de temporada, significa que proceden de lugares alejados con un alto impacto en la emisión de gases de efecto invernadero.
Existe mucha desinformación. Recuerda, la información es poder.
Cuando cuentas con la información y sabes realmente las consecuencias que ciertos productos están teniendo sobre tu cuerpo, te será más fácil llevar la alimentación adecuada.
La sostenibilidad, la conciencia a la hora de alimentarte y el respeto por la producción ecológica y sostenible, te mantendrá delgada.
Algunos consejos:
- Aumenta la cantidad de fruta y verdura (de temporada).
- Evita los productos empaquetados, envasados o del que no sepas el origen.
- Apuesta por el comercio justo. Hay alimentos que no son accesibles en nuestro hábitat (café, cacao, té). Con ello favoreces la sostenibilidad económica y social.
- Haz la lista de la compra y limita tu compra a lo necesario (evita las grandes compras).
- Mira las etiquetas y fíjate en los ingredientes.
- Calcula las raciones y evita el desperdicio.
- Come despacio y practica el mindfoodness.
- Opta por las infusiones y el agua si tienes hambre entre horas; es posible que sea hambre emocional.
Espero, que más personas sean capaces de darse cuenta de la importancia de la sostenibilidad en la vida. Formamos parte de un todo y, entre todos, podemos salvar el planeta.
En Higea Nature podemos ayudarte, es nuestro leitmotiv. Entra a formar parte de las personas que se preocupan y se ocupan #yosoyhealthypeople.