¿Por qué escondemos la cabeza debajo del ala?
Hace pocos días tuve la oportunidad de leer un artículo en La Vanguardia, “La sequía que amenaza a Bolsonaro”, en el que Andy Williams nos cuenta los cambios climáticos que se están produciendo en Brasil debido a la deforestación de los bosques del Amazonas.
Esta sequía (Brasil depende mucho de la energía producida por sus centrales hidroeléctricas) ha comportado un incremento del coste de la luz.
En España también estamos viviendo una situación de incrementos importantes del coste de la energía eléctrica, debido, por una parte, a los costes de los derechos de emisión de carbono, y por otra parte, presuntamente, por la especulación de las propias compañías eléctricas.
En Higea Nature somos conscientes del impacto que tienen nuestras acciones en el cambio climático, y ese artículo me dio que pensar, deseando compartir una reflexión contigo.
Todos creemos defender unos valores, pero…
Estamos en una sociedad en la que todos estamos convencidos de tener y defender unos valores determinados, positivos, por supuesto. Por otro lado, nos encontramos en que el individualismo se ha convertido en marca de la casa.
En nuestra sociedad, la occidental, la mayoría de la población nos encontramos en una situación relativamente cómoda y es legítimo que la queramos mantener.
El nivel de vida ha ido subiendo a lo largo de los años, lo que nos ha permitido tener acceso a una gran cantidad de productos, más que nunca, y a unos precios relativamente bajos.
Nunca nos planteamos el porqué de esos precios tan asequibles y que costes ocultos no estamos pagando (costes medioambientales, explotación de mano de obra en algunos países productores…). Y no es por falta de información.
Una simple búsqueda en Google nos lleva a cientos de artículos, de fuentes fiables, que nos hablan de todo esto.
¿Cuál es el problema?
Sin pretender ser exhaustivo, ya que no es la intención de este artículo, que pretendo que sea corto, y una llamada a la reflexión, me atrevería a plantear uno:
No queremos salir de nuestra zona de confort en lo que refiere a nuestros hábitos de consumo.
¿Y como conseguimos ligar esta actitud con la defensa de los valores que creemos que poseemos?
Se me ocurren algunas formas:
- El escepticismo climático. Nos decimos a nosotros mismos que no será para tanto, que los gobiernos tienen cabezas pensantes y que, si algo hay de cierto en el cambio climático, lo solucionaran.
- La filtración de la información. Ignoramos aquella información que nos incomoda y que nos confronta con la buena opinión que tenemos de nosotros mismos.
- El considerar que nuestras acciones individuales no tienen influencia en el cambio climático. No queremos ver que el cambio climático es consecuencia de la suma de todas las acciones individuales de todos los habitantes del planeta.
No queremos ver que el cambio climático es consecuencia de la suma de todas nuestras acciones individuales.
Me quedo con estas tres y te invito a ti, que nos lees, a que en el apartado de comentarios añadas las tuyas, con el fin de enriquecernos todos y tener argumentos para, como decimos al principio del artículo, dejar de seguir escondiendo la cabeza debajo del ala.
No soy especialista, pero, así, de entrada, se me ocurren algunos.
Algunos argumentos para el cambio
Reduciremos el consumo voluntariamente o a la fuerza.
Lo podemos hacer voluntariamente, y esto puede suceder porque empezamos a ser conscientes de qué productos estamos comprando, de qué actividades estamos realizando, que son nefastas para el medio ambiente, y comenzamos a actuar, cambiando nuestros hábitos de consumo y, en general, de vida.
Lo podemos hacer a la fuerza, porque se empiecen a incorporar los costes medioambientales en los precios, o porque se consiga que haya condiciones de vida y salarios justos en los países productores, entre otros posibles factores. Esto va a provocar aumentos en los costes de producción con la consecuente pérdida de nuestro poder adquisitivo, disminuyendo nuestra capacidad de compra.
En la peor de las situaciones, si realmente no somos capaces de cambiar nosotros, de exigir a todos los gobiernos que adopten medidas, seguramente impopulares y que nos van a perjudicar económicamente a corto plazo, seguimos haciendo caso de las grandes corporaciones que solo piensan en su cuenta de resultados, y el cambio climático va a más, no puedo llegar a imaginar el coste que va a representar minimizar sus efectos y el empobrecimiento generalizado que se va a producir.
Podemos ir olvidándonos de nuestra zona de confort, porque nos van a echar de ella a patadas.
Como te decía, el compromiso con el medio ambiente está en el ADN de Higea Nature, por lo que seremos insistentes en este tema (por no decir pesados).
Te invito a que eches un vistazo a lo que nos dice la ONU en su Objetivo número 13 de Desarrollo Sostenible. También a que compartas con la comunidad YoSoyHealthyPeople, ya sea registrándote en el Foro o en los comentarios a este post, tu opinión y tus ideas acerca de qué acciones individuales podemos empezar a realizar para poner freno al cambio climático.
En un futuro post hablaremos de ello.
Hasta muy pronto
[…] Es el momento en el que debemos liderar nuestra vida y empoderarnos también con la sostenibilidad. Hacernos conscientes de nuestra alimentación no solo tendrá beneficios a nivel físico y emocional; te sentirás mejor, te verás mejor y aumentarán tus niveles de energía. Además, si mantenemos estas pequeñas pautas a la hora de hacer la compra, ayudaremos a mejorar las emisiones de gases invernadero y eso podrá ser una revolución en nuestra forma de consumo. Si la industria alimentaria nos engaña, nosotros podemos dejar esta actitud paternalista y, con ello, mantener una actitud más social, responsable y consciente. Cambiando nosotros, haremos que el mundo cambie. Si quieres saber más, te invito a leer nuestro artículo “Tres formas de engañarnos con el Cambio Climático” […]